Estudiantes de bajos ingresos en instituciones élites tienen muchas dificultades sociales y académicas debido a la distribución desigual del capital económico, social y cultural. Su inserción a la universidad como estudiante que se ve obligado hacer trabajo doméstico como parte del programa federal de estudio y trabajo crea un estado de desigualdad estructural entre los estudiantes. Inconsistentemente premiando a estudiantes que ya cuentan con capital económico y cultural. En contraste estudiantes de bajos recursos que asisten a la misma institución para educarse y elevar su nivel y su movilidad social, son percibidos como carentes y no merecedores.
"La realization de que soy esta persona de color y estoy haciendo trabajos doméstico me hace sentir muy mal sobre mi vida y mi situación.”
Esto es lo que la administración no ve, como están recreando una situación en la cual hay una jerarquía desde la era colonial las personas que hacen trabajo doméstico, que hacen estos trabajos son vistas despectiva y negativamente, pues la linea de trabajador y dependiente casi no existe, se muestran como propiedad, y navegan la vida sin agencia ni voz.
El descenso social que promueve los trabajos serviles dentro de las instituciónes académicas prolonga la marginación de estudiantes y trabajadores históricamente provenientes de grupos étnicos marginados. Aumentando las barreras al capital cultural y reforzando la marginación de estos grupos, particularmente personas de color.
Añade tu FIRMA y ayuda a detener la reproducción de desigualdades de clase producidas por el trabajo servil que deja a las trabajadores estudiantiles estancados, invisibles, y separados de los estudiantes de la clase dominante. Privados de recursos y oportunidades
