La desnutrición es la causa, directa o indirecta, del 60% de las defunciones anuales entre los niños menores de cinco años.
Más de 200,000 pequeños refugiados la sufren y en sus brazos está la prueba de ello, ya que su perímetro es de apenas dos dedos. Este indicador (el perímetro de los brazos de los niños) permite a ACNUR evaluar el grado de malnutrición de los menores en los campos de refugiados.
El impacto del hambre en los niños puede ser inmediato e irreversible, por eso garantizar alimentos a los refugiados y desplazados es una de las prioridades de ACNUR. Actualmente, la Agencia de la ONU para los Refugiados combate la malnutrición infantil en los campos de Sudán, Chad, Burkina Faso, Camerún, Etiopía y Kenia. La distribución de comida y la provisión de alimentos terapéuticos para los más pequeños –y para las madres en periodo de lactancia- forman parte de las actividades básicas que ACNUR lleva a cabo en todos los campos de refugiados.
Combatir la malnutrición es el primer paso para garantizar que los niños refugiados puedan tener una vida digna en los campos y crecer sanos. Únete a ACNUR y ayúdanos a combatir la malnutrición entre los niños refugiados.
