Como máxima representante del Ministerio de Salud, la ministra Midori de Habich, tiene la responsabilidad y el deber de aprobar de manera inmediata un Protocolo de Aborto Terapéutico que garantice la cobertura sanitaria efectiva y el derecho de las mujeres a decidir sobre un embarazo de riesgo que atente gravemente tanto a su salud física como mental. La ausencia a nivel nacional de un Protocolo de Aborto Terapéutico contraviene e imposibilita el cumplimiento de la ley que otorga a las mujeres, desde 1924, la posibilidad de decidir sobre su cuerpo en casos en los que su salud esté en peligro. Sobre las espaldas de las autoridades que demoran la aprobación del Protocolo de Aborto Terapéutico pesarán las 200 muertes al año que ocasiona la privación de este procedimiento médico.