Las costas de Ibiza y Formentera están sufriendo una auténtica invasión: cada año son más y más los yates de lujo de millonarios que fondean de forma masiva en áreas protegidas.
Estas zonas, que forman parte del Parque Natural de Ses Salines, albergan un tesoro natural de valor incalculable: grandes praderas de posidonia en las que la biodiversidad es altísima y que son garantía del buen estado de las playas. Pero lejos de protegerlas adecuadamente, el gobierno de las islas está dejando que los ricos veraneantes de las islas destrocen con sus anclas este ecosistema único.
Para entender el grado de masificación que se está produciendo, basta señalar que en alguna de las pequeñas calas más conocidas de la isla de Ibiza, como Cala d¡Hort, en algunas tardes se han contado hasta 200 yates.
Es necesario parar este destrozo. Para ello, hay medidas muy sencillas: basta con que las autoridades regulen el fondeo, estableciendo áreas delimitadas en las que realizarlo, balizando las zonas excluidas, y sancionando a aquellos que incumplan las prohibiciones.
Firma esta petición y ayúdame a salvar la riqueza ecológica de las islas Baleares. Con tu ayuda, este será el último verano en el que las praderas de Posidonia de las Baleares son destruidas.