Hace unas semanas una anciana murió en Cataluña a causa de un incendio provocado por una vela encendida. Gas Natural, su proveedor de electricidad, había cortado su suministro eléctrico por impago, a pesar de que esta anciana estaba pasando una situación personal difícil. Y lo hizo sin avisar a los servicios sociales. Este caso solo es la punta del iceberg: cada invierno en España miles y miles de personas pobres se quedan sin luz y sin calefacción, y muchas de ellas mueren por incendios provocados por estufas o velas.
Un país que paga los precios de electricidad más altos de Europa (a pesar de su menor poder adquisitivo y de la gran disponibilidad de energías renovables) no puede permitirse dejar desamparados a los ciudadanos más afectados por la pobreza y el paro.
Desde aquí reclamo a las principales compañías eléctricas de España (Endesa, Gas Natural e Iberdrola) que establezcan una tarifa social simbólica para las familias en dificultades y dejen de cortarles la luz sin consultar antes con los servicios sociales. Firma ahora mi petición y ayúdame a acabar con la pobreza energética en España.