Comentarios para Proteger la Patagonia Chilena de las Salmoneras Industriales Destructivas

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En este momento -- uno de los mayores grupos de certificación de acuicultura del mundo, Best Aquaculture Practices (BAP), está recibiendo comentarios públicos para revisar su norma para la industria de la acuicultura del salmón. Minoristas de todo el mundo como Walmart, Costco y Kroger confían en certificaciones s como BAP y otras organizaciones similares como Aquaculture Stewardship Council (ASC) o Marine Stewardship Council (MSC) para asegurarse de que el pescado que adquieren se produce de forma sostenible y ética.

Sin embargo, la actual norma BAP no está cumpliendo su misión de garantizar "un abastecimiento seguro y ético" de los productos del mar criados en piscifactorías, abordando "aspectos medioambientales, sociales, de seguridad alimentaria y de salud y bienestar animal en cada paso de la cadena de producción acuícola".

Hoy, granjas sin permisos ambientales, que falsifican registros y/o operan en áreas protegidas como parques y reservas nacionales, obtienen de todas formas la certificación. Si la certificación de la cadena de producción de suministro no funciona, como parece ser el caso, los consumidores como usted y los minoristas mundiales que comercializan estos productos deben exigir responsabilidades a BAP.

La industria chilena del salmón ha experimentado un crecimiento explosivo en los últimos 30 años, con un aumento de la producción de más del 3.600%, hasta superar el millón de toneladas anuales, lo que convierte a Chile en el segundo mayor productor de salmón del mundo. Pero el historial de prácticas destructivas para el medio ambiente de muchas granjas acuícolas chilenas está resultando desastroso para el ecosistema de la Patagonia.

Los residuos industriales de la acuicultura del salmón contaminan las costas y alteran el paisaje. Los pesticidas y antibióticos utilizados para controlar enfermedades y plagas como los piojos de mar se filtran al medio ambiente y son perjudiciales para muchas especies nativas. En la salmonicultura chilena se utilizan 350 veces más antibióticos que en la noruega. Entre 2004 y 2021, 8,5 millones de salmones escaparon de los centros de producción. Dado que las especies de salmón no son autóctonas del hemisferio sur, su fuga tiene importantes repercusiones en las poblaciones de peces nativos y en los ecosistemas locales.

Pero quizás lo más preocupante es que la certificación BAP se está otorgando a granjas de salmón que operan dentro de áreas protegidas. Un buen ejemplo es la certificación que BAP entregó a seis granjas de salmón de propiedad de Nova Austral en el Parque Nacional Alberto de Agostini, Patagonia chilena. En julio de 2020, el centro de cultivo de Nova Austral, Aracena 19 obtuvo la certificación BAP, a pesar de una investigación en curso por parte del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura de Chile (Sernapesca) sobre prácticas ilegales en múltiples centros de cultivo dentro del Parque Nacional. Un año después de recibir la certificación BAP, Aracena 19 fue objeto de una multa de 1,26 millones de dólares por parte de la agencia reguladora del medio ambiente de Chile (SMA), debido a la subnotificación de la mortalidad del salmón y a una gestión insuficiente de los residuos sólidos.

Por desgracia, Nova Austral no es una anomalía. Por ejemplo la canadiense Cooke Aquaculture ha sido sancionada por la SMA por sobreproducción en varios emplazamientos certificados por el BAP, incluido uno situado en el Parque Nacional Laguna San Rafael, en donde se produjo un 6.000% por encima de su volumen permitido.

Además, sólo en 2023, la SMA abrió 35 expedientes sancionadores a distintas empresas por incumplimientos. Muchas de estas granjas que infringían la normativa estaban al mismo tiempo siendo certificadas bajo el esquema BAP. Ahora, al no excluir específicamente de la obtención de la certificación BAP a las explotaciones acuícolas industriales situadas dentro de zonas protegidas, las nuevas normas BAP propuestas podrían facilitar aún más la expansión de la industria en las zonas prístinas y protegidas de la Patagonia.

Está claro que las certificaciones "sostenibles" como la BAP no son una herramienta eficaz para evitar que los operadores salmoneros chilenos causen daños medioambientales en áreas protegidas. Por el contrario, el BAP hace caso omiso del objetivo de creación de las áreas protegidas de preservar la biodiversidad y protegerlas en contra las actividades industriales, como es la producción de salmón.

Con la crisis climática presente y un acuerdo histórico de Naciones Unidas para proteger el 30% del planeta para 2030, debemos mantener la integridad de las áreas protegidas. Nosotros, como consumidores, debemos exigir que los certificadores cumplan su función y no comprar salmón cultivado en áreas protegidas.

Envía tu comentario para decirle a BAP que deben hacer más para proteger el medio ambiente. Como mínimo, la Norma BAP debe:

  • Actualizar los criterios de certificación del BAP para que las granjas salmoneras industriales que operan dentro de zonas protegidas no puedan optar a la certificación y para quitar la certificación de cualquier granja de salmón industrial que opere actualmente en áreas protegidas.
Yo, ___ insto a BAP a que actualice sus criterios de certificación para que las granjas de salmón industriales que operan dentro de áreas protegidas no puedan optar a la certificación y a que quite la certificación a cualquier granja de salmón industrial existente que esté operando actualmente en áreas protegidas.
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