Justicia para la jaguar Juma

La jaguar Juma estaba drogada, encadenada y se utilizaba como “mascota” del Ejército brasileño en la ceremonia de paso de la antorcha olímpica en la ciudad de Manaos, Brasil. Unos minutos más tarde se escapó y fue abatida a tiros por un miembro del Ejército brasileño. Ante todo, no tendría que haber estado allí.

El Instituto de Protección Ambiental del Amazonas (IPAAM), que es la autoridad gubernamental que supervisa el uso de animales salvajes, ha declarado que no sabía que Juma iba a ser “exhibida”. Pero sí que dio permiso para que se utilizara otro jaguar llamado Simba en el evento, por lo que es poco probable e irrelevante que no estuviera al corriente de la participación de Juma. Se da el caso de que

Simba también se encontraba en las instalaciones cuando fue abatida Juma. La reacción del IPAAM parece más bien una maniobra para ocultar la verdad. La cuestión fundamental es que el IPAAM no debería haber permitido nunca que ningún jaguar fuera encadenado y utilizado en un desfile para disfrute humano.

Los jaguares son una especie amenazada, y ahora queda uno menos. Juma era un animal salvaje cuyo comportamiento no se puede controlar. No hizo nada malo y ahora está muerta. Todo se podría haber evitado, en primer lugar, si el IPAAM no hubiera autorizado la presencia de un jaguar en la foto olímpica.

El comité olímpico que organizó la participación de Juma se siente avergonzado y arrepentido, como debe ser. Ahora el IPAAM también debe mostrar su arrepentimiento y comprometerse a no permitir la utilización de animales en eventos.

Firma esta petición si estás de acuerdo con que el IPAAM no debe permitir que los animales que están bajo su protección sean utilizados para el entretenimiento del público.