Demandamos que el Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia incicie de inmediato el proceso de separación de la OEA.

    En la jornada del día 18 de Octubre de este año 2020, quedó demostrado de manera palpable que el pueblo Boliviano; en su inmensa y abrumadora mayoría, apoya al partido Movimiento al Socialismo-Instrumento Político para la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP) tal apoyo ha sido tan contundente como de igual manera lo fue en el pasado mes de octubre del 2019 en que que todos pudimos ver los resultados de las pasadas elecciones en las que ganaron en primera vuelta los candidatos Evo Morales Ayma y Álvaro García Linera. Situación que desencadenó la furia de una oposición perdedora y sangrienta, la cual sin pudor alguno y alentadas por las declaraciones incendiarias desde la Organización de Estados Americanos en la figura de su secretario general; Luis Almagro, llevaron a un estallido social en el país. Misma situación que sirvió; premeditadamente, para construir un relato falso y negativo de la gestión del entonces gobierno del presidente Morales con respecto al manejo de tales elecciones. En aquel momento, el ejecutivo manejó con sumo cuidado tal situación para impedir que la violencia creada y desatada por los sectores opositores alentados por la OEA llegaran a mayores consecuencias, tales fueron denunciados y puestos en evidencia con innumerables pruebas presentadas por el entonces vicepresidente Álvaro García Linera, de como estos sectores mas reaccionarios de la oposición Boliviana liderada por los señores Carlos de Mesa y Luis Fernando Camacho desataron una ignominiosa y sangrienta agresión contra personas seguidoras del entonces partido del gobierno; Movimiento al Socialismo (MAS)

    De esta manera; estos sectores opositores, agredieron, amenazaron, ultrajaron y vejaron tanto a figuras políticas y movimientos sociales como a mujeres, hombres y personas inocentes de la sociedad Boliviana, solo por su condición étnica o afiliación política. Tales pruebas se cuentan por miles y están y siempre estuvieron claras y concisas a disposición de la comunidad internacional y de la Organización de Estados Americanos (OEA) que calló cómplice y convenientemente.

    El entonces presidente Evo Morales Ayma denunció ante el mundo un complot internacional y junto al entonces canciller Diego Pari, presentaron las pruebas en los organizamos internacionales correspondientes, pero la oligarquía imperante en estos espacios optó por darle la espalda al pueblo Boliviano y en su lugar alentar, respaldar y maquillar un flagrante golpe de estado utilizando una vez más a la tan tristemente célebre e ignominiosa Organización de Estados Americanos (OEA) y su sicario de turno el señor Luis Almagro, quien haciendo honor al sangriento expediente de golpes de estado a lo largo de la criminal historia de esta organización y con su grupo y misión de observadores a las elecciones de Bolivia en 2019, complotó, organizó y llevó a cabo con total alevosía y notoriedad mediática un relato de falso fraude por parte del gobierno del entonces mandatario Evo Morales Ayma, ello; en connivencia y participación con el Grupo de Lima, el Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica y el gobierno del entonces presidente de la República Argentina; Mauricio Macri, quienes juntos hicieron posible; junto al general Williams Kaliman quien fungía como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Bolivia, que el gobierno democráticamente electo por una mayoría de Bolivianos; cayera.

    Tales pruebas se cuentan por miles, y son tan públicas como lo son los videos, las grabaciones y los cientos de fotos que respaldan esta aseveración, especialmente las imágenes de dicho general colocando la banda presidencial a una diputada sin mando constitucional alguno y en una sesión sin cuórum para luego cobrar cifras millonarias en dólares norteamericanos y volar hacia los Estados Unidos de Norteamérica veinticuatro horas después.

    Está claro qué era lo que buscaban en Bolivia y lo que hicieron, desmantelaron el estado para apropiarse de sus recursos naturales; especialmente del Litio, fuente de energía altamente demandada, ademas de defalcar más de cinco mil millones de dólares de las reservas del estado Boliviano en menos de un año.

    El punto mas negativo; sin duda, lo constituye la sangrienta agresión contra el pueblo boliviano, contra sus poblaciones de etnia indígena, contra sus mujeres de pollera y contra sus ancianos y gente inocente, tal persecución no se detuvo nunca y los videos de corte neonazi en los que el ejercito y policía Bolivianos se comportan como la antigua Gestapo Alemana en plena calle y a la luz del día son incontables, así como los muertos y heridos causados por estas entidades castrenses y policiales que; amparadas en el Decreto Supremo 4078 de la presidenta de facto Jeanine Áñez aprobado el 16 de Noviembre del 2019, eximia a los militares de cualquier responsabilidad penal al matar, reprimir y violar todos los derechos y garantías constitucionales de la sociedad Boliviana. En su momento, la misión de la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH) constató y denunció masacres en los hechos de violencia de Sacaba (Cochabamba) y Senkata (El Alto) e inclusive advirtió sobre que los patrones de las lesiones que se registraron entonces ofrecían serios indicios de prácticas de ejecución extrajudicial. Dicha comisión además recomendó una investigación internacional para esclarecer la violencia desatada después del golpe que llevó a la senadora Jeanine Áñez asumir el Gobierno de facto.



    Por ello, por el daño irreparable a todo el pueblo Boliviano, al estado Plurinacional de Bolivia, a la paz y seguridad internacionales de la región que desde Bolivia fueron socavadas y dañadas por sus opositores junto a la Organización de Estados Americanos (OEA) liderados por Luis Almagro y; por sobre todas las cosas, por los muertos y por la sangre que estos actos ignominiosos causaron, demandamos:

    Que el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia; en la figura del señor Luis Arce Catacora, junto al vicepresidente; señor David Choquehuanca y la presidenta del Senado del Estado Plurinacional de Bolivia; Sra. Eva Copa procedan a comenzar de inmediato el proceso de separación del Estado Plurinacional de Bolivia de la ignominiosa Organización de Estados Americanos (OEA) de inmediato y que mediante su Cancillería y representación en dicho organismo internacional se anuncie; sin dilación alguna, la activación inmediata e irrevocable del "Artículo 143" de la Carta de la OEA que estipula lo siguiente: "Cualquier Estado miembro podrá notificar por escrito al secretario general su intención de retirarse y que transcurridos dos años el Estado quedará desligado después de haber cumplido con sus obligaciones"


    Esto lo demanda el pueblo de Bolivia en nombre de la dignidad, de su tierra y de su historia. Nunca más, golpes de estado en la patria grande.

    Firmado a los 18 días del mes de Octubre del año 2020.
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